martes, 24 de marzo de 2009

Audrey Hepburn, la mujer más bella del cine

Audrey Hepburn era ya un mito del cine y de la moda antes de que fuese elegida por un diario británico como la acrtiz más bella del cine.


Lo que la gente no sabe es que Audrey jamás quiso ser reconocida como un icono de la moda. Fiel a su amigo y diseñador Givenchy -quien la conocía mejor que nadie y por la cual creó el perfume L'Interdit-, siempre intentó mantenerse alejada del glamour hollywodiense y se convirtió en la primera actriz en impulsar la tendencia de "look casual".


Elegante como nadie, sencilla y muy humana, donó sus primeros ingresos como bailarina -quierendo ser esta su primera profesión- a la resistencia holandes durante la segunda guerra mundial. Y es que Audrey, a quien durante la guerra su madre decidió llamar Edda Van Heemstra puesto que Audrey levantaba sospechas al ser un nombre inglés, siempre estuvo muy involucrada en causas humanitarias.


Después de dejar el cine, dedicó el resto de su vida a labores de ayuda con UNICEF, convirtiéndos en embajadora de buena voluntad y en donde se la recuerda con mucho cariño.


Esta bellísima belga de nacimiento, con padre inglés y madre holandesa con título de baronesa, era una auténtica políglota y es que Audrey Hepburn hablaba a la perfección el inglés, holandes, francés e italiano. Se defendía con el alemán e incluso chapurreba un poco de francés.


El exito llamó a su puerta cuando fue elegida para protagonizar el muscial de Broadway Gigi, aunque se éxito rotundo vino de la mano de William Wyler y la película Vacaciones en Roma, donde compartía papel con un ya reconocido Gregory Peck. Sin embargo, todos la recuerdan por su papel de Holly Golightly en Breakfast at Tiffany's, papel que en un principio se pensó ideal para Marilyn Monroe y que Audrey dudó en interpretar porque acababa de dar a luz a su primer hijo y de hecho la película tuvo poco que ver al final con la novela de Truman Capote, haciendo que Holly dejase de ser bisexual para convertirse -en la película- en heterosexual.


Independientemente de su importancia en el cine, Audrey ha pasado a la Historia como una de las mujeres más elegantes por su sencillez. Negada a la ostentación de joyas, la joyería decidió dedicarle un escaparate con la frase " Our Huckleberry friend", de la canción MOON RIVER.


Audrey murió el 20 de enero de 1993 a causa de un cáncer de colon a los 63 años y en la historia más reciente, además de ser elegida como la actriz más bella del cine, cuenta con una estatua en la sede UNICEF de Nueva York, inaugurada en el año 2000. Además, su famoso vestido negro de "Desayuno con diamantes", hecho por Givenchy, fue subastado en 2007 por un precio de 467.200 libras, las cuales fueron destinadas a un proyecto del escritor Dominique Lapierre, para dos escuelas en Bengala.


No cabe duda, Audrey era una mujer bellísima. Por fuera, pero sobre todo por dentro.

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