Hay quienes consideran que criticar una obra de
Marcel Duchamp significa no valorar el Arte... ser, digámoslo así, una ignorante de la materia... Habrá quien piense también que para qué anotarse en una clase como "Las vanguardias surrealistas en las artes plásticas" si el
surrealismo o el arte en sí no gusta... Bueno, lo que más de uno no sabe es que el Arte me interesa muchísimo y porque veo más allá de la pintura en sí. Veo sus efectos y los veo en la Moda. Vamos o queremos ser periodistas, ¿verdad? Pues permítanme escribir hoy hablándoles de Usted y explicando que el Arte sí me gusta, que valoro la trascendencia de los hechos y que conozco tanto como muchos sobre la vida privada y también profesional de los artistas surrealistas que incurrieron de forma notoria en el mundo de la Moda. Dicho lo cual... ¡comencemos!, porque verán en este artículo cómo puede ser de importante el arte en la moda y como a una le puede interesar sobremanera.
Marcel Duchamp era un hombre particular que ejerció una influencia importantísima en el arte de las vanguardias surrealistas. Nacido en Francia en el año 1887, era hijo de Eugène Duchamp, quien ejercía como notario y alcalde. El tercero de seis hermanos, dos de los mayores decidieron dedicarse al mundo del arte, quizás influidos por su abuelo materno, quien después de ganar una fortuna como agente marítimo, decidió dedicarse a la pintura y al grabado. Y Marcel no fue menos que sus hermanos mayores y decidió estudiar pintura en el liceo. Tanta era la admiración de Marcel por uno de sus hermanos mayores, "Jacques Villon" (apodo, porque se llamaba realmente Gaston), que en sus comienzos decidió imitar el estilo de su hermano en sus primeros dibujos.
Iniciándose en París y garabateando las escenas cotidianas de la calle después de dejar una escuela de arte privada por haber sido suspendido en el examen de la
École des Beaux-Arts, Duchamp pasó la etapa del
cubismo, que era un tiempo de revoluciones artísticas donde destacaron Picasso y Braquet con el
collage o Alfred Jarry con
futurismo, y fue a partir de 1911 cuando Duchamp comenzó a innovar más seriamente. Fueron 2 años después
cuando Marcel creó lo que retrospectivamente consideró el primer
ready-made: una rueda delantera de bicicleta dispuesta bocabajo sobre un taburete de cuatro patas y que llamó "Rueda de bicicleta sobre un taburete".
Fue un gran revolucionario y cuando decidió irse a vivir a Nueva York, diciendo que "No me voy a Nueva York, me marcho de París, que es muy diferente", terminó nacionalizándose estadounidense.
Hasta aquí esto no es más que un escuetísimo resumen de la tremenda importancia de Duchamp en el mundo de las artes plásticas. a partir de ahora, se verá como Arte y Moda van de la mano y que una servidora -aunque poco- sabe decir algo al respecto.
Hace unos años el Fashion Institute of Technology de New York realizó una brillante exposición tratando las conexiones del surrealismo con el arte de la moda. Pocos saben, porque no se ha interesado en leer, que el mundo de la moda y el arte han ido siempre de la mano. Tanto es así, que muchísimos pintores han sido colaboradores directos (e indirectos) del desarrollo de la Historia de la Moda.
Art decó, Vanguardias, Surrealismo, Dadaísmo, Cubismo, Futurismo...nada se escapa a los diseñadores de todas las épocas y, por supuesto, unen sus fuerzas con artistas del pincel para crear vestidos preciosos e intemporales, que se recuperan en nuestro presente como "vintage".
Desde De Chirico a Ernst o Man Ray, todos colaboraron muy estrechamente con el mundo de la moda, al igual que lo hicieron Dalí, Magritte, el propio Duchamp o el fotógrafo Cecil Beaton. Los tres últimos lo hicieron con fuerza y apoyando a diseñadores importantísimos de la época. Siendo grandes amigos de diseñadores tan revolucionarios como Gabrielle (Coco) Chanel, Elsa Schiaparelli o el vasco, Balenciaga, cada artista entendía la moda de una manera diferente.
Para Max Ernst la moda había que usarla "como una metamorfosis básica para el acto creador" y así hay que entender su serie de grabados "Fiat modes, pereat ars". Dalí, que tenía un sentido más comercial, colaboró con Elsa Schiaparelli creando una especie de sombrero-zapato y Duchamp colaboró muy directamente con su gran amiga, Mademosielle Chanel. Pero también hubo diseñadores que intentaron alejarse de las influencias surrealistas y vanguardistas, como fue el caso del español Balenciaga que frente a esto, aportó simplicidad y la comodidad de movimientos.
Pocos los saben, pero es real, la moda y el arte siempre se han llevado muy bien. Duchamp trabajó codo con codo con
Esla Schiaparelli y a su vez ésta lo hizo con el dadaísta Francis Picabia y el surrealista Man Ray. Y es que Elsa Schiaparelli -competidora directa de Coco Chanel- tuvo el papel más importante en cuanto a lo que se refiere a surrealismo y moda, tanto que convertía cualquier objeto cotidiano en alta costura, como su famoso zapato-sombrero con ayuda de Salvador Dalí.
Schiaparelli fue una diseñadora anticonvencional. Supo encontrar en el universo onírico del repertorio surrealista, imágenes disparadoras para su prolífica imaginación aplicada a sus diseños.
Fue de la mano de los dadaístas Francis Picabia y Marcel Duchamp, como Schiaparelli se integra al mundo del arte y a partir de allí su obra, porque la Moda también es leyenda, pasada, viva, presente y futura, siempre reflejó esos "años locos" de las décadas del 20 y 30. Además de su sombrero-zapato con Dalí, fueron famosos sus botines de piel, en forma de chimpancés (1938)
Fue en la década del 30' cuando comenzó a generar, con la colaboración de los artistas de su época, su más asombrosa producción. Trabajó con Dalí, Cocteau, Duchamp, Man Ray, Meret Oppenheim y Picabia, entre otros.
Muchos de sus diseños representan objetos de arte a la manera dadaísta o surrealista. La relación moda-surrealismo fue bidireccional, los artistas surrealistas también ampliaron su espectro productivo al campo del diseño textil, escenográfico, de mobiliario, de accesorios de ropa o publicitario para revistas de moda.
Y hablamos en este caso del surrealismo, pero el arte ha influido en todas las etapas históricas de la moda y tanto artistas como diseñadores siempre han vivido en el punto de ebullición que dabab el cambio.
Y es que el Arte y la Moda son dos disciplinas estéticas que se retroalimentan muy a menudo, siendo la Moda la que normalmente cite al arte. Un claro ejemplo para los escépticos es el caso de la última foto, un diseño de
Yves Saint Laurent que se basa en una de las composiciones geométricas del artista
Mondrian.
Me gusta la pintura y me fascina su Historia porque lo que hoy llevan puesto y lo que llevarán y verán en los desfiles del futuro y que pueden ver del pasado, nos muestran una época y esa época habla, sobre todo, del Arte y Arte con mayúsculas, donde entran a jugar la danza, literatura, pintura, arquitectura y, por supuesto, LA MODA.
El estreno fue en la capital francesa, París. Siguiendo el glamour y derroche de estilo que impregna a la casa, sus actores aparecieron, como no podía ser de otra manera, engalonados en sus mejores trajes, firmados por la casa Chanel.
Por culpa del viento, el desfile por poco no empieza: pero empezó y acabó con las modelos caracterizadas con pelucas de corte Bob permanentado en color rojizo, en clara alusión a Peggy Guggenheim.
La inspiración marinera ha sido prácticamente el leitmotiv que lo ha impregnado todo: bañadores, abrigos largos de punto a modo de batines, culottes, y muchas camisetas de rayas (un consejo: vista al guardaropas de mamá o la abuela, ¡seguro que os encontráis con más de una sorpresa y sin pasar por las tiendas).
El color rojo: protagonista mañana, tarde y noche. Atención a los botines peep-toe de rayas (para quien no pueda permitirse el capricho y quiera algo parecido, Gloria Ortiz tiene unos botines peep-toe de piel a un precio muy asequible).
Y los tonos ocres y el azul marino , han sido sus mejores compañeros.
La austeridad y atemporalidad de casacas y trajes de chaqueta ha dejado paso a vestidos vaporosos, casi como hechos a base de pareos (así que ya sabéis, se trata de tener un poco de imaginación).
Ha habido sitio hasta para leggings.
Ya para algo de blonda descarada (y como decía, algún que otro guiño al Carnaval más célebre del mundo).
Pero lo que ha predominado ha sido un ambiente muy riguroso, fiel a los principios cautos de Mademoiselle Coco y fuera de exageraciones , donde los que siguen mandando son los viejos símbolos de la maison: siempre en blanco y negro.
Por supuesto, la exclusividad está asegurada y el glamour no faltará y mucho menos la elegancia, contando con diseñadores como Karl Lagerfeld para crear 80 viviendas exclusivas dentro de la isla. Se pretende contar también con la colaboración del resto de diseñadores de renombre: Armani, Marc Jacobs, Cavalli, Valentino, Balmain... El proyecto incluye un hotel de 250 habitaciones, resorts, villas residenciales de diseño y boutiques de las firmas más prestigiosas.
